El Design Thinking es una metodología que busca resolver problemas complejos de forma creativa e innovadora, centrando la atención en las necesidades reales de las personas. Su objetivo es encontrar soluciones que sean deseables, viables y factibles, combinando el pensamiento creativo con el pensamiento racional.
El Design Thinking se basa en un proceso iterativo que consta de 5 etapas: empatizar, definir, idear, prototipar y evaluar. En este artículo te explicaremos en qué consiste cada una de estas etapas y cómo aplicarlas en tus proyectos.
Empatizar
La primera etapa del Design Thinking consiste en conocer a fondo al público al que va dirigido nuestro producto o servicio. Para ello, debemos investigar sus características, motivaciones, deseos, frustraciones y contextos de uso. La empatía nos permite entender el problema desde la perspectiva del usuario y no desde la nuestra.
Para empatizar con los usuarios podemos utilizar diferentes técnicas de investigación cualitativa y cuantitativa, como por ejemplo:
- Encuestas: nos permiten recoger datos sobre las opiniones, preferencias y comportamientos de los usuarios de forma rápida y sencilla.
- Entrevistas: nos permiten profundizar en las experiencias, emociones y necesidades de los usuarios de forma directa y personalizada.
- Observación: nos permite analizar el comportamiento real de los usuarios en su entorno natural y detectar oportunidades de mejora.
- Focus groups: nos permiten generar un debate grupal entre los usuarios para obtener información sobre sus actitudes, percepciones y expectativas.
Definir
La segunda etapa del Design Thinking consiste en analizar y sintetizar la información recogida en la etapa anterior para identificar los problemas y las oportunidades de mejora. Para ello, debemos definir el problema desde el punto de vista del usuario y no desde el nuestro.
Para definir el problema podemos utilizar diferentes herramientas de visualización y organización de la información, como por ejemplo:
- Mapas de empatía: nos permiten representar lo que piensa, siente, dice y hace el usuario en relación al problema.
- Customer journey maps: nos permiten representar el recorrido que sigue el usuario desde que tiene una necesidad hasta que la satisface con nuestro producto o servicio.
- Personas: nos permiten crear un perfil ficticio pero realista del usuario típico al que queremos dirigirnos.
- Service blueprints: nos permiten representar los procesos internos y externos que intervienen en la prestación de un servicio.
Idear
La tercera etapa del Design Thinking consiste en generar una gran cantidad de ideas posibles para resolver el problema definido. Para ello, debemos fomentar la creatividad y la divergencia, sin limitarnos por las restricciones o los prejuicios.
Para idear soluciones podemos utilizar diferentes técnicas de generación de ideas, como por ejemplo:
- Brainstorming: nos permite generar muchas ideas en poco tiempo mediante la participación grupal y el pensamiento libre.
- Worst possible idea: nos permite generar ideas deliberadamente malas para romper con lo convencional y provocar nuevas ideas.
- Collaborative sketching: nos permite generar ideas mediante dibujos rápidos y sencillos que facilitan la comunicación visual.
- Product box: nos permite generar ideas mediante la creación de una caja ficticia que contenga nuestro producto o servicio.
Prototipar
La cuarta etapa del Design Thinking consiste en crear versiones simplificadas y económicas del producto o servicio (o solo una parte) que incorporen las ideas seleccionadas. Para ello, debemos buscar la forma más rápida y fácil de materializar nuestras ideas para poder probarlas con los usuarios.
Para prototipar soluciones podemos utilizar diferentes materiales y formatos, como por ejemplo:
- Maquetas en papel o cartón: nos permiten crear modelos tridimensionales de nuestro producto o servicio con materiales básicos y reciclables.
- Wireframes: nos permiten crear esquemas visuales de nuestro producto o servicio con elementos básicos como líneas, formas y textos.
- Mockups: nos permiten crear imágenes realistas de nuestro producto o servicio con elementos gráficos como colores, tipografías e imágenes.
- Storyboards: nos permiten crear secuencias narrativas de nuestro producto o servicio con dibujos y textos.
Evaluar
La quinta y última etapa del Design Thinking consiste en probar los prototipos creados con los usuarios reales para obtener feedback y validar las soluciones. Para ello, debemos observar y medir la reacción de los usuarios ante nuestro producto o servicio y recoger sus opiniones y sugerencias.
Para evaluar soluciones podemos utilizar diferentes métodos de prueba y medición, como por ejemplo:
- Pruebas de usabilidad: nos permiten medir la facilidad de uso y la satisfacción de los usuarios al interactuar con nuestro producto o servicio.
- Pruebas A/B: nos permiten comparar dos versiones diferentes de nuestro producto o servicio para determinar cuál tiene un mejor rendimiento.
- Pruebas piloto: nos permiten probar nuestro producto o servicio en un entorno real y con un número limitado de usuarios para detectar posibles errores o fallos.
- Encuestas de satisfacción: nos permiten medir el grado de satisfacción de los usuarios con nuestro producto o servicio mediante preguntas cerradas o abiertas.
El Design Thinking es un proceso que no termina nunca, sino que se retroalimenta constantemente. Las etapas se pueden repetir tantas veces como sea necesario hasta conseguir la solución óptima para el problema planteado. El Design Thinking es una metodología flexible y adaptable a cualquier contexto y situación, que nos permite crear soluciones innovadoras y centradas en las personas.